Por: Fermin Cayetano
Es la tradición más representativa de la cultura mexicana, desde pequeños los niños nos familiarizamos con está fecha gracias a nuestros padres y nuestros abuelos, que traen esta costumbre desde pequeños, guiados por la cultura de sus generaciones pasadas. Es una tradición muy bonita por sus colores, sabores, risas, y lo más importante el recuerdo a nuestros seres queridos. El origen del Día de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje. Comprende rasgos culturales indígenas y españoles que al mezclarse dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad.
El día de muertos dura dos días, el 1 y 2 de noviembre, donde la gente coloca en sus hogares la tradicional ofrenda, el primer día dedicado a los niños, donde se colocan juguetes y la comida preferida por los niños y el segundo día esta dedicado a los adultos , a ellos se les coloca cigarros, un tequila, la comida preferida del recordado, además de esto las ofrendas son adornadas con el toque de cada familia, fotografías con los recuerdos más representativos, más emotivos, veladoras para iluminar el camino del alma, el cempasúchil (la flor representativa de esta época) regado en forma de camino para guiar al alma hasta la puerta de entrada del hogar , el famoso pan de muerto, el más popular es redondo, cubierto de azúcar blanca o roja, con tiras que simulan huesitos. También están aquellos con formas de esqueletos o animales. Los ingredientes pueden varían dependiendo de la región, como es el caso de los panes cubiertos con ajonjolí, típicos de Xochimilco.
También en estos dos días, la gente acude a los panteones a adornar las tumbas con flores y colocarles veladoras para iluminar el camino de las almas en su regreso a casa, en estos dos días los cementerios abren las 24 horas para recibir a la población de cada localidad uno de los cementerios más representativos del D.F es el cementerio ubicado en Mixquic.
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